(Publicado en LA VOZ DE LOS CALL CENTERS, Boletín de Telemarketers en Lucha. N° 16. Julio 2014)
La deuda externa argentina asciende a 300 mil millones de dólares. Se ha caído la farsa del 'desendeudamiento' y de la emancipación del FMI. Bajo el kirchnerismo se han pagado más de U$s 180.000 millones (“pagadores seriales”). Para cumplir se ha descapitalizado el Anses. Más aún: en las “quitas” de 2005 y 2010, Kirchner instrumentó jugosos negocios para los acreedores como el cupón atado al PBI, que terminaron neutralizando la supuesta quita. Incluso, el ex presidente aceptó la jurisdicción de Nueva York, entregando soberanía.
La burguesía nacional aboga por pagar a los buitres porque ella misma tiene la mitad de la deuda externa en su cartera, de modo que un no pago hundiría su valor. No es Argentina la que paga la deuda, sino los trabajadores; el capital no paga, cobra. La deuda externa es un método de concentración de capital en menos manos y de apropiación sistemática del ahorro nacional por parte del capital financiero.
La cuestión no puede ser decidida entre cuatro paredes. Adherimos al planteo del Frente de Izquierda: que se convoque a una consulta popular vinculante. El pago serial de deuda de Grecia y otros países europeos no los ha salvado de la bancarrota económica y social, sino que la ha agravado. La naturaleza usuraria e impagable de la deuda externa plantea la necesidad del no pago y de un plan económico discutido por los propios trabajadores.
Por el repudio del conjunto de la deuda externa con el capital financiero nacional e internacional; prohibición de suspensiones y despidos; reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; indexación automática de los salarios de acuerdo a la inflación; por la abolición del impuesto al salario.
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