Que los sindicatos movilicen por su aprobación
En septiembre de 2005, Foetra convocó una movilización de más de 3.000 trabajadores telefónicos y de Atento para acompañar la presentación, en el Congreso Nacional, de un proyecto de "ley especial básica del teleoperador". Este proyecto, escrito por Pablo Eibuszyc -integrante de la agrupación Naranja y delegado de Foetra del sector Tráfico de Telefónica-, fue posteriormente modificado por el abogado laboralista de la CGT, Héctor Recalde, y presentado en el Congreso Nacional por el diputado Miguel Bonasso. La presentación de Bonasso, sin embargo, nunca llegó a tratarse siquiera en la comisión laboral del Congreso, perdiendo estado parlamentario en dos ocasiones.
Pero la ley del teleoperador, con algunas nuevas modificaciones, fue presentada este año por la senadora Higonet y aprobada el 27 de julio de 2011, por unanimidad, en el Senado.
El aspecto fundamental de la ley del teleoperador es el planteo de la jornada máxima de seis horas con pago como jornada completa, por tratarse de una tarea insalubre (síndrome de ‘burn out’ o cabeza quemada, estrés, depresión, ataques de pánico, lesiones auditivas, tendinitis, etc.). Al mismo tiempo, contempla el pago al 100 por ciento de los fines de semana, descansos de quince segundos entre llamadas, descansos visuales, y que las escuchas sólo tengan un carácter correctivo y deban comunicarse previamente al trabajador. La ley del teleoperador pretende ser un piso más alto, entonces, en las condiciones de trabajo de los teleoperadores, y un peldaño en la lucha contra la tercerización.
Cuando se puso a consideración en la comisión de legislación del trabajo de la Cámara de Diputados, las cámaras empresarias (Cámara de Comercio, Asociación de Call Centers, AmCham, etc.) se hicieron presentes con el objetivo de bloquear la aprobación del proyecto, o de desnaturalizarlo. Plantearon eliminar el artículo que establece la jornada de seis horas con pago como jornada completa y el pago de los fines de semana al 100 por ciento, negaron el carácter insalubre de la tarea (llegando al cínico extremo de decir que “sólo el 1 por ciento de los empleados padece estrés”, promedio que estaría por debajo de cualquier otra actividad humana), y amenazaron con miles de despidos en caso de una aprobación.
Unas semanas después de los reclamos empresarios, el diputado Recalde (Frente para la Victoria) tomó la decisión de archivar el tratamiento de la ley por lo menos hasta el año próximo. Muchos sindicatos que tienen encuadrados a teleoperadores se han pronunciado a favor de la ley (SAT, La Bancaria) y hasta se atribuyen la victoria de la aprobación en el Senado (Foetra), pero no llevaron adelante ninguna medida práctica para lograr la aprobación definitiva del proyecto, lo que resultó funcional al lobby de las patronales.
Reclamamos a los sindicatos una enérgica movilización para vencer el lobby empresario y lograr la aprobación definitiva del proyecto.
Publicado en La Voz de los Call Centers, número 9, noviembre-diciembre 2011.
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