A pocos días de las elecciones presidenciales, el gobierno nacional ha resuelto una política de ajuste para el 2012 que impactará severamente sobre el bolsillo y las condiciones de vida de todos los trabajadores. Se trata de un plan que tiene dos ejes.
En primer lugar, la liberación de las tarifas, que empezará en la zona norte de la Capital Federal pero que terminará afectando a más del 80 por ciento de la población. El gobierno quita los subsidios y autoriza a las empresas de servicios y del transporte a realizar importantes aumentos sobre los usuarios, lo que tendrá como efecto adicional un aumento generalizado de todos los precios.
En segundo lugar, una política de contención salarial. La combinación de aumentos siderales en el transporte y los servicios y los topes salariales es un golpe difícil de tolerar para los trabajadores. Por eso el gobierno ha emprendido una ofensiva sobre el movimiento obrero que lucha, con el propósito de regimentarlo, y hacer pasar esta política. Esto explica el ataque contra la personería gremial del personal aeronáutico, la remilitarización del control aéreo, la provocación contra Sobrero, y el reciente procesamiento de Pitrola y Ripoll por apoyar un corte de calle de los trabajadores de Kraft. Mientras ataca al movimiento obrero que lucha, Cristina Fernández se muestra con burócratas sindicales como Gerardo Martínez.
El gobierno ha resuelto estas medidas (apoyadas por los empresarios y políticos como Binner y Macri), que no anticipó durante la campaña electoral, como resultado del derrumbe del modelo económico. El fin de los superávits gemelos y la caída de las reservas ha sumergido al país en una crisis de financiación, que el gobierno buscará sortear por medio del ajuste y un reendeudamiento internacional.
En lugar de autorizar un aumento tarifario sobre el pueblo, deberían abrirse los libros contables de las privatizadas que se han llenado los bolsillos durante años sin hacer inversiones, y renacionalizarlas si son incapaces de prestar un servicio eficiente y accesible.
Contra la regimentación de las paritarias y los techos salariales, planteamos organizar la pelea por un doble aguinaldo a fin de año para enfrentar la inflación, y la indexación de salarios de acuerdo al costo de vida.
Publicado en La Voz de los Call Centers, número 9, noviembre-diciembre 2011.
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