LA
INSEGURIDAD Y LA INSALUBRIDAD EN LOS LUGARES DE TRABAJO
En los meses que
han pasado del 2012, los trabajadores ya hemos visto lo que causan las empresas
con su gerenciamiento, con su búsqueda de nuevas formas de rebajar costos y de aumentar
sus ganancias. Hemos vivido con dolor la masacre de Once, de amplia repercusión
en los medios, que entre sus 50 víctimas fatales contó a, por lo menos, tres
empleados de calls.
El 8 de mayo pasado
hubo una explosión en Kadicard, call center de Córdoba, luego de la cual
falleció un compañero, en tanto que otro aún tiene heridas graves y permanece
hospitalizado. La patronal intentó callar esto ante los medios, haciendo pasar
una masacre laboral como un accidente infortuno. Amenazaron a los trabajadores
para que no hablaran con la prensa y los presionaron para que acudieran a
trabajar al día siguiente, aun cuando las condiciones mínimas de seguridad no
estaban garantizadas. Casi la mitad de su personal se encuentra hoy con
licencia psiquiátrica. La catástrofe no se repitió en Sprayette de Buenos Aires
por pura casualidad: también se incendió recientemente, y también la empresa se
esmeró por ocultar el hecho y mantener la “normalidad”.
Atento Córdoba fue
clausurado en mayo por la municipalidad debido a que el lugar no reunía
condiciones elementales de seguridad. A pesar de esto, se descubrió que la
empresa sostuvo la continuación de las tareas en el mismo edificio, poniendo en
peligro a todos los empleados que desarrollaban tareas allí. En otros calls no
se respetan cuestiones elementales de higiene. En el comedor de Covedisa, por
ejemplo, hay cucarachas.
En resumen:
trabajamos en verdaderas covachas. Las empresas operan con este nivel de
impunidad debido a la complicidad de la dirección del SEC y del Ministerio de
Trabajo (coimas a inspectores, etc.). Llamamos a formar comisiones de reclamo y
comisiones de seguridad e higiene, integradas por los trabajadores, para
controlar que se cumplan con todas las condiciones necesarias para el desarrollo
de nuestra tarea y para que nuestra salud no sea la moneda de cambio de las
ganancias capitalistas.
1 comentario:
el turno tarde en Sprayette trabajó igual con las instalaciones mojadas y con un olor a humo que no se podía respirar, y lo unico que nos dijeron luego fue ¡ Gracias chicos por la colaboración !
a un compañero que se negó a trabajar en esas condiciones lo despidieron a las pocas semanas...
que casualidad....
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