miércoles, 1 de agosto de 2012


LA INSEGURIDAD Y LA INSALUBRIDAD EN LOS LUGARES DE TRABAJO

En los meses que han pasado del 2012, los trabajadores ya hemos visto lo que causan las empresas con su gerenciamiento, con su búsqueda de nuevas formas de rebajar costos y de aumentar sus ganancias. Hemos vivido con dolor la masacre de Once, de amplia repercusión en los medios, que entre sus 50 víctimas fatales contó a, por lo menos, tres empleados de calls.

El 8 de mayo pasado hubo una explosión en Kadicard, call center de Córdoba, luego de la cual falleció un compañero, en tanto que otro aún tiene heridas graves y permanece hospitalizado. La patronal intentó callar esto ante los medios, haciendo pasar una masacre laboral como un accidente infortuno. Amenazaron a los trabajadores para que no hablaran con la prensa y los presionaron para que acudieran a trabajar al día siguiente, aun cuando las condiciones mínimas de seguridad no estaban garantizadas. Casi la mitad de su personal se encuentra hoy con licencia psiquiátrica. La catástrofe no se repitió en Sprayette de Buenos Aires por pura casualidad: también se incendió recientemente, y también la empresa se esmeró por ocultar el hecho y mantener la “normalidad”.

Atento Córdoba fue clausurado en mayo por la municipalidad debido a que el lugar no reunía condiciones elementales de seguridad. A pesar de esto, se descubrió que la empresa sostuvo la continuación de las tareas en el mismo edificio, poniendo en peligro a todos los empleados que desarrollaban tareas allí. En otros calls no se respetan cuestiones elementales de higiene. En el comedor de Covedisa, por ejemplo, hay cucarachas.

En resumen: trabajamos en verdaderas covachas. Las empresas operan con este nivel de impunidad debido a la complicidad de la dirección del SEC y del Ministerio de Trabajo (coimas a inspectores, etc.). Llamamos a formar comisiones de reclamo y comisiones de seguridad e higiene, integradas por los trabajadores, para controlar que se cumplan con todas las condiciones necesarias para el desarrollo de nuestra tarea y para que nuestra salud no sea la moneda de cambio de las ganancias capitalistas. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

el turno tarde en Sprayette trabajó igual con las instalaciones mojadas y con un olor a humo que no se podía respirar, y lo unico que nos dijeron luego fue ¡ Gracias chicos por la colaboración !
a un compañero que se negó a trabajar en esas condiciones lo despidieron a las pocas semanas...
que casualidad....