sábado, 18 de agosto de 2012

INSEGURIDAD E INSALUBRIDAD EN LOS LUGARES DE TRABAJO (SEGUNDA PARTE)

Sabemos por experiencia propia que en muchos edificios donde funcionan call centers no se garantizan las medidas mínimas de seguridad (salidas de emergencia con accesos liberados, luz de emergencia funcional, un sistema de señalización claro, escaleras y ascensores en condiciones, mantenimiento de techos, paredes y suelos, correcto tendido eléctrico, ubicación y cantidad de matafuegos, Brigada de Emergencia - personal capacitado para actuar y dirigir una situación de crisis, botiquines completos con todos los suministros necesarios, realización de 2 simulacros anuales por ley del gobierno de la Ciudad y declarados en una planilla oficial, etc).


Las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo no sólo hacen referencia a los objetos e instalaciones materiales, sino también a las capacitaciones de prevención y de cuidado de la salud ante accidentes y enfermedades profesionales. Las patronales no nos protegen contra accidentes, pero tampoco nos protegen contra las enfermedades propias de la actividad que realizamos como teleoperadores. Ésta es la razón por la que presionan con lobbys para que la ley del teleoperador no sea aprobada, porque desnudaría el carácter insalubre de nuestra tarea.


En cuestiones específicas de nuestra tarea podríamos precisar que:

- En todos los establecimientos, ningún trabajador podrá estar expuesto a una dosis de nivel sonoro continuo equivalente superior a los 85 dB (decibeles). De acuerdo a los especialistas "siempre se debe considerar la posibilida de reducir el tiempo de exposición así como la vigilancia médica"

- La medición del ruido se lleva a cabo con un instrumento llamado decibelímetro. Dicha medición debería ser efectuada de forma regular en todos los espacios donde los teleoperadores desarrollan su tarea.

- Para contra-arrestar el efecto, se puede insonorizar techos e instalar mamparas aislantes, además de proveer al trabajador con auriculares adecuados y en condiciones.

- A nivel más general, podemos detallar que las empresas deben realizar tres controles de carácter OBLIGATORIO: el examen preocupacional, los examenes periódicos y el examen de egreso. De estos tres, aquellos que las empresas más evaden son los periódicos. Si bien son abonados por la ART, los exámenes periódicos son desconocidos para muchos trabajadores. Todas las empresas deben hacer un relevamiento de los riesgos incurridos por los empleados antes del 1° de Abril de cada año. Este relevamiento se realiza en una planilla que la empresa debe entregar a la ART. En caso de que no presenten ningún trabajador para dicho estudio, deben declarar en un escrito formal que "El personal no se encuentra expuesto a ningún agente de riesgo". Esta medida engañosa, que desnuda la complicidad de las ART con las empresas, les permite evadir las audiometrías que deberían realizar anualmente y que permitirían detectar y evitar que un trabajador pierda su capacidad auditiva por culpa de esta tarea. Aún más, la empresa tiene la obligación legal de reubicar al trabajador cuando se detecta que su salud se ve afectada y son debidamente notificados por los resultados de la ART.

- Este es sólo un ejemplo de las posibles consecuencias sobre la salud de los teleoperadores. Respecto de un estudio reciente de la Asociación de Medicina del Estrés de Córdoba, el Dr Cólica define el síndrome de burn out: “Es un síndrome de lo que se denomina cabeza quemada. En algunas profesiones relacionadas con la salud o la docencia esto se manifiesta entre los 5 y 15 años de trabajo ininterrumpido. Los chicos que trabajan de operadores de call center ya tienen el síndrome de cabeza quemada en solo dos años”

El profesional describe las múltiples dolencias que se han estudiado en las personas que desarrollan tareas telefónicas: fuerte desgaste emocional, jaqueca y agotamiento, cambios de humor, ansiedad, alteraciones del sueño, problemas gastrointestinales, contracturas musculares en cuello y espalda, alteraciones hormonales de diverso tipo y, por ende, propensión a las infecciones por una baja en el nivel de anticuerpos y del sistema de defensas. ¿A qué se debe todo esto? En palabras del Dr Cólica: “Estos problemas tienen que ver con el tipo de trabajo que realizan, con la sobreexplotación a la que son sometidos. Probablemente, se podría realizar en una tercera parte de lo que se está haciendo para que no afecte de esta forma. El trabajo de los operadores de call center lleva a la utilización en exceso de vías neurológicas, auditivas y visuales, todo el sistema de memoria y el sistema de control de las funciones cognitivas que dependen del lóbulo frontal. Todo eso se altera por la sobre exigencia a que son sometidos con 120 llamados todos los días durante seis horas y entonces comienzan a agotar sus sistemas” 

Compartimos la fuente de esta excelente entrevista http://amecordoba.blogspot.com.ar/2011/03/call-center-se-esta-destruyendo-la.html?m=1


Para ubicar estadísticamente el nivel de impacto que tiene la falta de condiciones en todos los lugares de trabajo (no sólo en los call centers) citamos el fragmento de un ensayo de especialistas en seguridad e higiene:


“Según un informe de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, el ente oficial que regula la operatoria de las ART, en Argentina sólo el 3% de las empresas cumple con todas las especificaciones en materia de prevención y seguridad ocupacional”


Es una tarea importante a corto plazo: poner en pie comisiones que señalen la complicidad de la burocracia de los sindicatos y de las mismas ART con las patronales, que investiguen la falta de inversión en seguridad y pongan al desnudo las razones detrás de ello.

Como ya hemos señalado, las empresas operan con este nivel de impunidad debido a la complicidad de la dirección del SEC y del Ministerio de Trabajo (coimas a inspectores, etc.). Llamamos a formar comisiones de reclamo y comisiones de seguridad e higiene, integradas por los trabajadores, para controlar que se cumplan con todas las condiciones necesarias para el desarrollo de nuestra tarea y para que nuestra salud no sea la moneda de cambio de las ganancias capitalistas.

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