En el choque del Sarmiento en que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas, varias víctimas eran trabajadores de call centers. El caso más notable es el de Lucas Menhigi, hallado en el cuarto vagón, y que trabajaba en Cat Technologies. Pero también fallecieron una compañera de ICT, y otra de Travel Assistance.
Diariamente somos miles los trabajadores que padecemos viajando como ganado y en condiciones de inseguridad para llegar a un trabajo insalubre y mal remunerado. Esto es lo más triste del fallecimiento de estos compañeros. Las empresas donde trabajaban no hicieron nada, apenas un minuto de silencio en algún caso, y se siguió trabajando normalmente. Nunca resultó tan evidente que los trabajadores somos material descartable para estas empresas.
La situación se puede repetir en cualquier momento. A TBA no se le rescindió el contrato y la causa judicial marcha a paso de tortuga, con la tremenda interferencia que significa que el principal responsable, el Estado, haya sido aceptado como querellante. El transporte público continúa siendo operado por un triángulo mafioso integrado por los concesionarios, la burocracia sindical, y el Estado, que lo ha llevado a su actual colapso.
Memoria a los trabajadores de call centers fallecidos. Juicio y castigo a todos los responsables.
Publicado en La Voz de los Call Centers, número 10, abril 2012.
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