El pasado lunes 15 se impidió el ingreso al edificio de la empresa Claro, ubicado en Terrero 2255 en el barrio de la Paternal, de las trabajadoras Adriana Rabey y Vanesa Pérez, sin siquiera una notificación de despido previa. En el edificio Terrero, donde funciona el Centro Nacional de Activaciones de esta empresa de telecomunicaciones y celulares, no es la primera vez que despiden trabajadores, en un claro intento por atacar la organización sindical.
Nuestro edificio es el único que cuenta con delegados elegidos por los trabajadores. Hace unas semanas, despidieron a otros compañeros con diferentes excusas. Lo más grave es que venimos pidiendo que se regularice la situación laboral (nos hacen figurar como trabajadores "eventuales" cuando somos permanentes). Ante nuestro reclamo genuino y con una base legal a nuestro favor, la respuesta de la empresa fue despedir trabajadores, además de negarse a cualquier tipo de reunión.
A Adriana y a Vanesa se las despide por una supuesta "baja productividad", pero la empresa no informa que Vanesa se encontraba con licencia médica (con una lesión cervical y cuello ortopédico provocado por la propia actividad laboral al momento del despido) y que Adriana venía de operaciones y tratamientos por problemas de salud.
Los despidos tienen un claro sesgo antisindical, por lo que se han emprendido las acciones sindicales y legales correspondientes.
El miércoles 17 se realizó una radio abierta en la puerta de la empresa y, simultáneamente, un aplausazo de los trabajadores en reclamo de la reincorporación. En la radio abierta participaron delegados y trabajadores de otros call centers, de supermercados, telefónicos, docentes, del subte y agrupaciones barriales, entre muchos otros. Vamos con todo por la reincorporación y la organización de todos los edificios de Claro.
Adriana
Extraído de Prensa Obrera 1191, 25/8/11
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