El 12 de septiembre, la presidente anunció la actualización de las asignaciones familiares. La escala de cálculo se ajustó por debajo de la inflación real y el último aumento de convenio de comercio. El resultado concreto es que los trabajadores que cobramos esta asignación somos cada vez menos, y los que lo hacemos vemos reducido el monto cobrado de bolsillo, ya que la primera categoría queda ahora por debajo del salario mínimo de comercio.
El aumento, entonces, no es tal. Los que a principio de año cobrábamos $270 pasamos a cobrar $250. A nivel más general, con esta “actualización” y según el propio Presupuesto 2013, cobrarán la asignación familiar 441.013 trabajadores menos.
Con esta movida, el Anses ahorra 350 millones de pesos, que ni siquiera irán destinados a jubilaciones, ya que sus fondos son empleados por el gobierno para el financiamiento del Tesoro, subsidios a capitalistas amigos, y el pago de la deuda externa. Mientras tanto, en vez del 82% móvil, dos tercios de los jubilados perciben la jubilación mínima de 1880 pesos.
Organicémonos para recuperar las asignaciones familiares, reclamar que sean para todos y de un mínimo de $700.
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